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Maridaje de cerveza con quesos de proximidad

Maridaje cerveza y quesos
Maridatge formatge i cervesa

Es bien sabido que la cerveza y el queso es una combinación de éxito.
Además, en Brebel somos unos fanáticos de las dos cosas.

Os traemos una experiencia de maridaje con cerveza con
3 quesos artesanos de proximidad.
3 leches diferentes y 2 objetivos, disfrutar y descubrir.

El juego del maridaje de cerveza y quesos

Si ya tienes experiencia y sabes cómo funciona un maridaje ves directamente aquí.

 

Esta cerveza marida muy bien con este queso. El vino blanco va muy bien con el pez. Tienes que probar la cerveza Guiness con un Brownie. Toma tete, marina la birra con esto, está brutal”…

Seguro que has oído estas frases más de una vez. Sobre todo la última, al cuñado sabihondo de la familia, que confunde marinar con maridar.

Todo el mundo habla de maridaje, ¿pero realmente sabemos qué es?

 

En Brebel nos gusta comparar el Maridaje con un juego. Y como todo juego, tiene unas normas y se tienen que respetar si queremos que funcionen.

El maridaje es el arte de combinar alimentos, de unirlos en matrimonio, casarlos  para conseguir una experiencia gastronómica sensorial con sentido, respeto y que nos de ganas de seguir comiendo.

Parece más difícil de lo que es, pero si entiendes como funciona, tú también te puedes convertir en un maestro del maridaje. Y oh, créenos que no hay nada más satisfactorio que descubrir que aquella combinación que has pensado, funciona.

Solo debes seguir 3 principios básicos: 

  1. Sentido
  2. Respeto
  3. Limpieza (boca)

 

Combina solo cosas que tengan sentido. No te creas Ferran Adrià y te pongas a maridar Mentos con Coca-cola. Empieza con bebidas y comidas que conozcas bien.

Haz que los alimentos/bebidas se respeten entre ellas. Hazlos jugar en la misma división. Combina cosas de la misma intensidad.

Y el último aspecto y quizás el más importante para validar si un maridaje es correcto. La limpieza. La boca y retrogusto te deben quedar limpios. Es decir, que te quede el paladar, lengua y boca en general, como si no hubieras comido, sin sabores mezclados ni grasas. Solo con ganas de volver a beber y comer.

Con estos sencillos trucos  ya puedes salir al campo y jugar.

Como decía Johan, salid y disfrutad.

Nosotros ya estamos salivando… ¿Vamos a por los quesos y la birra?

Maridaje cerveza Quesos
Formatges artesans de Lleida

3 quesos artesanos, 3 leches y una cerveza Bohemian Pilsner

Ante todo un pequeño recordatorio sobre la secuencia del maridaje:

  1. Primero sírvete la birra, huélela, mírala y saboréala dando un buen trago.
  2. Corta un trozo de queso, huélelo y degústalo.
  3. Inmediatamente después degusta el queso, vuelve a hacer un trago de birra.
  4. Reflexiona sobre la sensación en boca y como el queso y la birra cambian al maridarlos.
  5. Repite y disfruta.

NOTA: en los maridajes y catas, es muy importante hacer una foto sensorial. Es decir, grabar mentalmente cómo es la bebida o comer. Qué nivel de amargor tiene, la carbonatación, la intensidad de dulce, etc. Así, podremos analizar después si cambia o no.

¡Ahora sí, al lío!

La alineación de quesos de hoy es la siguiente. La cerveza ya la conoces, y si no deberías 🙂

  • Tou dels Til·lers de Tros de Sort (Vaca).
  • Odre de Can Pujol (Oveja).
  • Tendre de Formatges Camps (Cabra).

1. Tou dels Til·lers (Tros de Sort).

Leche cruda de vaca – Pasta Blanda – Piel florecida blanca (comestible) – 3 semanas de maduración – Sort (Lleida).
De textura cremosa y untuosa, de sabor suave, láctico y fundiente en boca, con postgusto a champiñones y frutos secos.

El maridaje: Cómo veréis solo cortarlo, este queso es muy mantecoso, blando, similar a un brie. Esta textura y alto contenido en sensación grasienta necesita de algo para contrarrestarlo y que nos quede la boca limpia. Es aquí cuando entran en juego el lúpulo y la carbonatación de nuestra Bohemian Pilsner.
Veréis que al hacer un trago después de comer el queso, rápidamente se absorbe esta grasa gracias a la carbonatación y el lúpulo, dejando paso a las maltas y preparándonos para el nuevo mordisco. Al final nos queda un retrogusto fresco, donde se unen el láctico del queso y los toques herbáceos del lúpulo.
Al tratarse de un queso muy suave y joven, la combinación es perfecta para días de calor y tapeo fácil.

Sustitutos: Queso ecológico de pasta blanda (Muntanyola), Brillat-Savarin, Brie de Meaux.

2. Odre (Can Pujol)

Leche pasteurizada de oveja – Pasta blanda  – Piel florecida – maduración mínima 15 días – Vilassar de Dalt (El Maresme).
De pasta cohesionada y húmeda. Olor donde predomina la madera y la humedad, notes de leche de oveja y hierba o champiñón y cava natural según la época del año. Intensidad media.

El maridaje: Con este queso jugaremos con el contraste de la salinidad y el dulzor de la malta.
Nuestra pilsner es bastante amarga. Dad un trago y memorizad el nivel de amargor. Probad después el queso y degustadlo con calma, notad el perfil salino y de leche de oveja. Volved a dar un trago de birra y veréis como el amargor ha cambiado mucho. De hecho nos la baja, la cerveza ahora ya no es tan amarga. Además, también nos sube el dulzor de la malta.

Si volvemos a comer el queso después de varios tragos de cerveza, veréis que éste nos saca el perfil de la fermentación, más hongos y humedad. También podréis notar que hace salivar más, cosa buena porque nos invita a seguir comiendo y bebiendo.
Sorprende la combinación de un queso de oveja con este estilo de cerveza, pero su textura, su gusto suave y las notas salinas combinan perfectamente con la carga de lúpulo y con la base de maltas.

Combinación fácil y refrescante que anima a beber y comer más.

Sustitutos: Tendre de Casa Mateu, Tendre de Serra del Tormo.

3. Tendre de Cabra (Formatges Camps)

Leche pasteurizada de cabra – Pasta Prensada – sin costra – Palau d’anglesola (Lleida).
De textura más pastosa y seca que los otros, con dejes ácidos y notas cítricas. Con el característico perfil de la leche de cabra.

El maridaje: Acabamos con el queso más intenso de todos. Un toque más funky y con una leche que a priori no pega mucho con el estilo Pilsner. Lo primero que notaréis es la textura, que quizás no es muy suave ni se deshace en la boca pero que invita a masticar. Entonces aparecerá el perfil láctico, un toque ácido y el inconfundible sabor a leche de cabra. Os daréis cuenta que no es un queso nada grasiento, como el primero. A pesar de tener todo esto “en contra” cuando probéis de nuevo la cerveza notaréis como se funden los sabores, el gusto de cabra -más intenso que la cerveza- se va rebajando y limpiando gracias al lúpulo. La cierta caramelosidad de las maltas redondean el conjunto, dando ganas de comer y beber más.

Este es un maridaje más complejo y para degustar con más calma. A medida que se avanza se van descubriendo más matices e interacciones.

Sustitutos: Tendre Cal Quitèria, Nadal de Cabra, El Pastoret (cabra).

¿Quieres vivir esta experiencia de maridaje con cerveza en tu casa?

Ya puedes comprar en nuestra tienda online, la primera experiencia didáctica de la serie “Maridajes con cerveza”.

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